Todos recordamos «Las Torres», aquel éxito de los Nosequién y Los Nosecuantos donde satirizaban sobre la corrupción y la ineficiencia de los políticos para combatir el terrorismo durante los ochenta y noventa en el Perú. El tema hoy es un del ícono del rock peruano, sin embargo, no es la única del grupo inspirada en la coyuntura sociopolítica de aquellos años, (que en realidad son varias). Existe otra canción —igual de irreverente, pero que ha pasado hasta ahora con perfil bajo— dedicada a la captura de Abimael Guzmán y que nunca fue incluida en ningún disco de estudio de la banda.
Se trata del tema titulado «Lechuza Gorda», un pseudo huayno en clave de carnaval que se burla de los «descuidos» del cabecilla de Sendero Luminoso durante la investigación y labores de inteligencia del GEIN que finalmente terminaron en su captura. Aquella histórica operación tuvo lugar el 12 de septiembre de 1992, sin embargo, la coyuntura de inseguridad y amenaza latente del terrorismo continuó por algunos años en el país.
En en ese contexto nace la canción, que nunca fue tocada en conciertos masivos, salvo uno que otro pequeño local durante alguna gira por provincias en aquellos años. De hecho, «Lechuza gorda» no fue lanzada oficialmente sino hasta varios años después, en 2011, cuando fue finalmente incluida en el álbum «XX Larga Duración», una edición especial de dos discos que incluía remasterizaciones y temas inéditos por la celebración de su 20° aniversario. Para entonces la agrupación se había tomado un receso indefinido y ya no participaba ni en eventos promocionales, ni en vivo.
La letra del tema, fiel al estilo de Raúl Romero y compañía, bufonea mientras repasa varios de los elementos clave en la Captura del Siglo, como los cigarros marca Winston que se encontraron en la basura de Maritza Garrido-Lecca, sus compras sospechosas, o el video “Zorba, el griego” que mostraba los rostros de los cabecillas de Sendero Luminoso durante una reunión. Todo ello mientras el equipo especial de la DINCOTE seguía de cerca sus pasos. Luego cuenta la Operación Victoria y termina llamando a la celebración de la captura junto a algunas frases en quechua.
En cuanto al disco, además de «Lechuza Gorda», «XX Larga Duración» presentó 41 canciones remasterizadas y otros tres temas nuevos (aunque ya habían sido presentados en vivo) como «Un Chico Más», «Volar» y «»La Tierra del Sol», probablemente, la más icónica de aquel estreno pues había sido un sencillo con gran recepción algunos años antes. Este fue el último álbum que publicaron pues desde entonces la banda continúa separada, según han comentado los miembros, de forma definitiva.
Nosequién y Los Nosecuantos – Lechuza Gorda (Captura de Abimael)
El tema está disponible en plataformas de streaming como Spotify, y además puede ser encontrado en Youtube acompañado de un video fanmade con fotomontajes graficando la letra de la canción. Cabe reafirmar que este no se trata de un video oficial, sino de un clip hecho por un seguidor de la banda, y puedes verlo a continuación.
A propósito de desempolvar el medianamente desconocido tema «Lechuza Gorda», una pregunta recurrente del público en redes sociales en los últimos meses ha sido el por qué la voz que canta el clásico «Las Torres», no es la voz de Raúl Romero. Por ello, a modo de bonus track, aquí va el pequeño dato:
¿Por qué Raúl Romero nunca cantó «Las Torres» con los NSQ Y Los NSC?
Probablemente la mayoría solo lo dio por hecho y otras tantos jamás lo notaron, y es que aunque Raúl Romero es hoy la imagen principal de los Nosequien y Los Nosecuantos, no es su voz la que grabó el tema original más famoso del grupo. «Las Torres» fue un tema publicado en el segundo disco «Con el respeto que se merecen» (1991), compuesto por Alfredo Sillau y Fernando Ríos, ambos fundadores de la banda, a principios de los noventa. Ambos autores comentaron durante una entrevista para Latina el porqué y la historia detrás de la canción:
Según cuenta, el tema surgió improvisando en un ensayo, tras una reunión en la que habían estado conversando de las noticias de torres eléctricas derrumbadas. «Estábamos solamente Fernando y yo. Entonces yo estaba probando los micrófonos, por eso yo estaba cantando. Como habíamos estado en la pizzería hablando de terrorismo, del elefante y la tela de araña. Y ahí se empezó a mezclar todo», comenta Sillau. «Al día siguiente, Alfredo volvió con letra completa en un papel», añade Ríos.
«Nunca pensé que la iba a cantar yo, pensaba que la iba a cantar Raúl», narra Sillau. «En realidad creo que pensábamos que no la iba a cantar nadie», interrumpe Ríos, y continua. «Pensábamos que era una canción así… que no iba a llegar lejos». «No pero, la cantábamos en vivo y empezó a tener éxito. Siempre la cantábamos en vivo y Raúl no se aprendía la letra. Entonces ya quedó así nomás», cierra Sillau.
Desde entonces el tema fue cantado siempre por Alfredo Sillau hasta su salida tras el cuarto disco «Walter» (1995), luego pasaría a ser interpretado principalmente por Fernando Ríos y Raúl Romero solo en los coros.