Nuestro país se acerca a otro proceso electoral y, sinceramente, nos sentimos un poco decepcionados. A pesar de que hemos tenido momentazos —con sus respectivos memes—, han faltado los temazos cringe que nos daban vida y hacían más pintoresca la lucha codiciosa por el poder.
Para llenar esa falta de música durante la campaña, hemos armado una lista inédita. Esta reúne los mejores temas musicales que han lanzado nuestra bella clase política en el marco de una contienda electoral. Siéntate y cierra los ojos, porque este será un viaje al pasado que quizás puedas disfrutar.
Antes de iniciar debemos aclarar que para armar la lista hemos tenido en cuenta la producción musical y el impacto en el electorado. El último punto es importante en un ránking de este tipo porque en las canciones de campaña política no importa tanto el arte, sino que el generar simpatía o, por lo menos, recordación. Puesto eso en claro, arranquemos.
7. «Qué lindos son tus ojos» – Keiko Fujimori (Fuerza 2011)
En su postulación a la Presidencia de la República en 2011, Keiko Fujimori presentó este tema interpretado por Dina Páucar. Se trata de una pobre versión del hit de la misma artista titulado «Qué lindos son tus ojos».
La letra —obvio— es puro proselitismo, que ni siquiera respeta el ritmo de la canción. Por su parte, la música también carece de calidad, pierde toda la rica instrumentación del tema original y, en cambio, se sostiene en líneas básicas para que se conserve la estructura original, pero apenas. Un bajo flojo, una percusión escueta y una tímida guitarra, todos más propios de la cumbia, caracterizan esta pieza olvidable… si no fuera por las circunstancias en las que surgió.
«Qué lindos son tus ojos», el original, fue publicado en el año 2000 como parte del disco ‘La Diosa Hermosa del Amor’. Al poco tiempo de lanzado se convirtió en la pieza más emblemática del huayno con arpa. Tal fue el punto de su éxito que atravesó las barreras de las clases sociales, por lo que incluso llegó a popularizarse en los estratos económicos altos de la costa peruana.
Al usarla en su campaña, Keiko tuvo la ventaja de partir de un tema recontra conocido, por lo que, con la suficiente repetición, su letra calaba en la mente de las personas convirtiéndose en un recuerdo imborrable. Aunque fue dirigida a los sectores más populares del electorado, la canción causó gran impacto de forma transversal y es por eso que logró entrar a nuestro ránking.
6. «Amor amor» – Alejandro Toledo (Perú Posible)
Aunque la canción no fue creada ni reversionada para una campaña, esta se asoció fuertemente a la imagen del candidato de Perú Posible, Alejandro Toledo. El motivo es que este tema de los hermanos Gaitán Castro remite al perfil que Toledo encarnaba cuando apareció en el radar de la política: el cholo emprendedor y soñador que, a base de esfuerzo y chamba, pudo ingresar exitosamente a la vida urbana.
Como reseña histórica podemos decir que «Amor amor» fue lanzada en 1994 por el dúo Gaitán Castro. En ese momento no alcanzó la cúspide de su éxito, sino que lo hizo tiempo después gracias al candidato presidencial. El motivo radicaba probablemente en que Toledo encajaba en el perfil que las personas imaginaban del personaje protagonista de la letra.
5. «El embrujo de Lourdes» – Lourdes Flores Nano (PPC UN)
En una de las elecciones municipales más picantes que nos tocó ver a los limeños, Lourdes Flores Nano lanzó esta impecable versión de «El Embrujo», tema del grupo Kaliente. Sin embargo, noo fue suficiente para que ganara. Los potoaudios impidieron lo que parecía una victoria cerrada de la candidata del Partido Popular Cristiano.
Como sea, la canción igual está buena. Aunque es cierto que no corrieron muchos riesgos. Las únicas cosas que cambiaron con respecto a la versión original fueron la voz principal y la letra. Para variar, esos puntos son los más débiles de la canción, pues en varios momentos no coinciden con el ritmo de los instrumentos.
Ahora bien, la elección del tema no fue casualidad. La versión original de «El Embrujo» fue publicada en 2007 por la orquesta Kaliente, oriunda de Iquitos, y fue compuesta y producida por Estanis Mogollón, quien cuenta que se inspiró en su esposa cuando aún eran enamorados. A poco de su lanzamiento, la canción se convirtió en un éxito radial en Lima, Perú, y el extranjero, cerrando así la sequía en la exportación de cumbia peruana. Pruebas de su trascendencia son las versiones que le sacaron en Chile, Argentina, entre otros.
4. «Reggaeton de la estrella» – Alan García (Partido Aprista Peruano)
En un intento desesperado por volver a convertirse en Presidente de la Nación, Alan García autorizó la salida del «Reggaeton de la estrella». Este pegajoso dembow significó así la primera vez que un político acudió exclusivamente a los jóvenes. Esta jugada le convenía especialmente al Partido Aprista porque dicho grupo de la población no había vivido de forma consciente el primer gobierno de García. Con ello y la amnesia peruana, podía ser que no tuvieran los mismos traumas que sus padres, madres, abuelos o abuelas.
En aquellos años el reggaeton ganaba más y más popularidad entre los más chibolos con temazos como «El Teléfono» de Wisin & Yandell, «Cuéntale» de Don Omar, «Igual que ayer» de Rakim & Ken-Y, entre otros. Cabe destacar que el género no contaba con la aprobación ni la presencia de los adultos, era reconocido como terreno de jóvenes, un espectro que al fin recibía cierta aprobación cuando un Alan lo usó para su spot.
Sin embargo, esta jugada le saldría por la culata a los de la estrella. No contaban con la astucia de Popy Olivera.
3. «Vamos todos con Toledo» – Alejandro Toledo (Perú Posible)
Apelando nuevamente a su imagen de cholo emprendedor que salió desde abajo, Alejandro Toledo reversionó el tema «Soy Provinciano» del legendario Chacalón. El candidato de Perú Posible intentó aprovechar la poderosa letra de la canción para convencer al electorado de que la experiencia de su primer gobierno y su actitud arribista eran lo que necesitaba el país para salir adelante.
Aunque no ganó, debemos reconocer que la elección de la canción fue muy acertada. «Soy Provinciano» fue publicada en el año 1978, en medio de un fenómeno que luego fue bautizado por José Matos Mar como «desborde popular». La gente del interior del país se desplazaba a la capital para conseguir mayores oportunidades o para huir de la violencia que acechaba su lugar natal; sin embargo, al llegar a Lima, estas personas se encontraban con un ambiente hostil e intimidante. La única salida: chambear y sobreponerse a la adversidad.
En tales circunstancias la canción de Chacalón y la Nueva Crema pegó como lo hace la harina al pescado. El sentimiento que transmitía es ineplicable y aún hoy, a pesar de las décadas que han transcurrido, continúa siendo una de las canciones más emblemáticas de nuestra historia republicana. No en vano cuenta con más de 600 versiones distintas hasta la fecha.
Volviendo a la canción de Toledo, pues el tema es cumplidor. Tiene una producción adecuada, la letra por lo menos coincide con el ritmo instrumental y casi no se tomaron riesgos en ningún ámbito.
2. «Reggaeton de la escoba» – Fernando Olivera (Frente Independiente Moralizador)
Cuando Dios, el destino, o cualquier entidad que sea, nos envió a Alan, para no alterar el equilibrio del universo tenía que mandarnos un contrapeso, un ser con la única tarea de contener el increíble ego y maña del líder aprista. Ese es Popy Olivera.
Por ello, durante la campaña presidencial del 2006, cuando Alan sacó el «Reggaeton de la estrella», Popy, que ni siquiera era candidato, le respondió con el «Reggaeton de la escoba».
El mensaje era para los jóvenes, advirtiendo que no se dejen engañar y que no olviden «la inflación y el terror por el que el Perú pasó». Así de frío y directo. En este caso hay que destacar además el video que acompañó la canción, ahí ocurrió lo memorable. El gesto de las escobas barriendo las estrellas fue provocativo y divertido. Para muchos significó el primer batacazo de Olivera contra Alan, el mismo que iniciaría una guerra que solo encontró fin con el deceso de García.
A pesar de que este reggaeton no impidió que Alan regresara a la Presidencia, la canción es memorable y despierta una sonrisa en cualquiera que la escuche. Por el lado música, estamos también ante una producción correcta, con letra adecuada para la música y un beat típico del reguetón de esos años.
Menciones honrosas
«Gato Fiero» – Ántero Flores Aráoz (Partido Político Orden)
Viéndolo desde el aspecto artístico musical, esta canción es una reverenda cagada; no obstante, hay que reconocer que llamó la atención del público, así que podríamos decir que cumplió su objetivo. Destacada la participación de Garfield y Don Gato en el fondo.
«Ras Tas Tas» – Fernán Altuve (Vamos Perú)
En 2014, el «Ras Tas Tas» se convirtió en el hit del momento gracias a la Selección de Fútbol de Colombia. En el Mundial de Fútbol de ese año, tras cada gol que anotado, los jugadores celebraban recreando el paso característico de la canción.
En vista de cómo había pegado el tema, los asesores de Fernán Altuve, aka Huevo Duro, no tuvieron mejor idea que adaptar la canción para ofrecer «un huevo de cosas» que atrajeran a los electores. Como sabemos, Altuve no consiguió llegar al sillón municipal, pero no se quedó con las manos vacías, pues consiguió el primer puesto en el ránking de Peores videos electorales del diario español El País. Qué huevada.
1. «El ritmo del Chino» – Alberto Fujimori (Perú 2000)
Otra cosecha. Francamente no había forma de que no ocupara el primer lugar en la lista. La canción que más éxito tuvo en una campaña política, la que más recordación generó y que, dentro de su género, cumple mejor los estándares de calidad. Este tema penetró de una forma nunca antes vista por una serie de factores que han sido muy estudiados antes y resumiremos a continuación.
Lo primero es la elección del estilo musical. La tecnocumbia tuvo desde la aparición de Selena una pegada increíble en todos los países de habla hispana del continente americano. De esta forma cada región lo tomó y lo adaptó su ambiente musical. En el caso de nuestro país, tuvimos exponentes que a partir de mediados de los 90 lograron mucho éxito, como Rossy War. Para las elecciones del año 2000, este género se encontraba en la cúspide de su gloria. Fujimori y su equipo asesor no lo dejaron escapar.
Por otra parte, el contexto político de la época no era el más favorable para Fujimori, pues tenía el porcentaje más bajo de aceptación de todo su tiempo como mandatario. Quizás conscientes de ello, se hizo que la letra del tema no se centrara en las obras y acciones del presidente, sino que se enfocara en acrecentar su figura y mito a la vez que invocaba a una celebración sin fondo, pero que caía muy bien a la gente ya que había pasado muy poco tiempo desde las tragedias más graves.
Finalmente, es preciso destacar el coro de la canción, esa parte que un grupo de personas cantan al unísono: «Chino, Chino, Chino, Chino, Chino». Simple, práctico y pegajoso. Nomás hace falta escucharlo una vez para que por el resto del día lo lleves en la cabeza.
Un dato extra para agregar. Hay un motivo por el que la pieza se llama «Ritmo» y no «Canción», que parecería lo más lógico. Según explicó Carlos Raffo, publicista de la campaña, «[canción] sonaba a mecida y […] mejor sería cambiar esa palabra por otra que diciendo lo mismo denotara avance, empuje». Como se ve, ellos no dejaban nada librado al azar.